Se presentan los hallazgos de una investigación sobre las prácticas de compromiso en agentes académicos que debieron exiliarse, que procura explicar la relación entre unas condiciones de politización institucional en la Universidad argentina y unas disposiciones de agentes académicos, educados en los años cincuenta y sesenta en nuestro país. La hipótesis es que los agentes académicos desplegaron en los años sesenta y setenta “estrategias de conversión de capitales” en dos sentidos: (a) académico en militante y (b) militante en académico. En ciertos momentos y en ciertos casos, habilidades y reconocimiento académicos estaban al servicio de prácticas militantes. En otras circunstancias, en cambio, las competencias militantes podían ser útiles para que los agentes mejorasen su posición en el campo académico. Para la conversión de capitales fue necesario el aval de fuentes de reconocimiento específicas de cada campo, el militante y el académico. El recorte temporal del campo fue el período 1966-1976. Los agentes entrevistados tuvieron distintos grados de compromiso en el período, y se exiliaron durante la última dictadura (1976-1983).